Salida escapatoria, y disfrazas tu vestir
escondido por la noche, quién sabe de ti?.
Cuántas veces, te propones y nuevamente
lo haces. Una, veinte mil veces,
total, mañana es un nuevo día.
El idilio de cada aletargado café,
que envuelves con ron, maltrecho
y sin embargo, disimulas en un libro
más o menos, interesante.
Se va tu hora, despierta que la noche
pasa ya.
Tus pacientes, esperan otra vez, y no llegas
de nuevo. La excusa de siempre,
la salida fácil para no estar...
y tu vida corre sin sentido, entre danzantes
y caricias ajenas, que nada te dejan.
Es la soledad, otra vez , quien va a tu cama
ya sin nombre, sólo la rutina.
Cuando has preguntado, como combatir
tu necesidad, ha sido en vano.
Esta vez, puede que seas el vencido
pues tus años te acorralan, y perturban
tu buen sentido.
De nuevo, te llamaré para darte
un golpe de vida, si hay tiempo...
sino has confundido, el ritual
con tu pereza de dejarte vivir.
(para P.)