viernes, 10 de julio de 2015

Infancia y Presente.

Mi mamá me obsequió una marimba de colores, adoraba  tocarla, 
sentía estar en medio de un concierto. En otra ocasión un piano de  cola,
de juguete, que hacía ilusionar estar en el mismo escenario de mi presentación
como una virtuosa.

Mi padre caballero de hidalguía, consejero de mis cuitas, me refleja su figura
bajando de un taxi con un árbol muy verde, cajas de adornos que iluminaban
mi infancia, juguetes afinados de Sears, en una Navidad que por gracias de Dios,
pude estar presente.
No en cama con mis tontos "bronquios" insolentes, que se esmeraban en 
afiebrarme en tan hermosos momentos familiares.
Postales que no se repetirían, que llegaban con saludos y obsequios purísimos
perdidos en la noche de los tiempos.

Cierro mis ojos y visualizo, con aroma de chocolate, colores y  escarcha
presencia sentida de mis padres y parientes que dejaron sus voces y risas.

No están, ya no más, presencialmente. Mi  familia va aumentando y los
componentes principales, mis hermanas, a veces, se vuelven ajenas a mi.

Los años que transcurren arrancan mis penas y pasiones, que cada día 
se van despintando y se deslizan de esta pintura que es mi vida.
Están mis pequeños que hora crecieron, como tiene que ser...qué más
vida mía  me tienes aguardando?.
Qué mañana tristona y nublada, me dirás que tengo un año más...

(Hola que traspasa a veces, mi habitación sombría en el atardecer de las
6.40 de la tarde).