jueves, 26 de julio de 2012

Tus palabras eternas.



Cuando el amor nos une, nos enternece y a la vez nos apartaen forma silenciosa. También corroe por dentro, disimulamos,de forma sabia y dejamos que la lluvia lo disipe.


A veces,  queremos  que   brille   como  algo   recién    pulido,pero de  tanto esplendor,  terminamos  bajando  una  cortina.Lo ahogamos de forma esquemática y  después  se   reclama.


 Nadie nos  dio  instrucciones  de  cómo   convivir   con   ello,sentimiento que se introduce y después colamos  sensaciones.
Pero tu sonrisa incomparable, no la cambio por nada.Ni tus sabias palabras, que acompañan la ausencia.


M.



domingo, 22 de julio de 2012

Oficio no cumplido.

Libélula perdida, inefable y tenue reflejo.

(de lo que pudo ser).


He buscado a la libélula , aquella que aparecía de madrugada
y portaba ilusión y garantía de sus palabras,
Aunque lejana, venía  para saber si la entrada estaba sin candado.


Han pasado los meses, y parece que olvida su oficio,
 se esconde y desperdicia su fuerza en algún rumbo.
Olvida su trayecto y los océanos ahora le son muy distantes,
era de esperar que no culmine lo que con tanta 
disciplina y entrega empezó.


Sólo su viento y criterio, le dirá que regrese a la mañana.

Julio espantado del 2012.

Para ustedes (L y P).

Quisiera ser en verdad poeta para decirles muchas palabras que hilen y 
se entrelacen con sus esperanzas, y se vuelvan muy reales.

Quisiera poder ser el viento para soplar suavemente y a la vez acariciarles,
y de pasada darles un beso de Buenos días, un poco a la deriva, pero 
con toda mi alma.

Quisiera cada mañana poder ser una capa inmensa y fuerte como el acero, 
para cubrirles y defender de alguna acechanza, de alguna mala voluntad,
o del roce del enemigo, que doy mi vida por asegurar no lo tienen,
nunca lo tendrán.

Quisiera poder retroceder el tiempo, tener fortaleza y salud, para
avanzar con ustedes en la vida, y desarrollar su historia; que ahora
jóvenes, se impulsan y no les puedo seguir el paso.

Quisiera pedir a mi memoria que atisbe siempre, junto a la suyas
que con tanta lucidez y retención, cobije los momentos que consideren
dignos de guardarlos.

Quisiera que exista siempre la unión, solidez y cariño, que reverdece
cuando nos juntamos, cuando reímos, hasta cuando nos enojamos.
Que cada día sea como el primero de un estreno, con sus corazones
tiernos que palpitan al ritmo del tiempo, y que trataré de seguir.

Quisiera no cansarme de agradecer, el tenerles -lejos o cerca-, pues
lo principal es andar en sus nubes, sus anhelos y proyectos, aunque
sea como un holograma, un suspiro en sus vidas, un detalle de gracia.

Quisiera seguir en su remolino, pues también alguna vez, fui torbellino.
Siempre con ustedes, queridos míos. Somos tres patas de la mesa...

Meche.

Domingo 22 , julio 2012.

viernes, 13 de julio de 2012

Sin título.

Si prefieres el silencio, es que necesitas tu espacio como antes.
Si desvías la mirada hacia aquella luz, es que buscas compañía
y cambias las entradas, para asegurarte nadie esté tras de ti.


Cuándo alzas vuelo, sabemos a dónde te conduces, más preferimos
callar como ocultando el rosado y el celeste.
Hay vino aun en mi copa, y prefiero huir por esas escaleras
que siempre están aguardando. Aquellas que en sueños, 
ya anunciaban los ajetreos de una tarde sin fecha.


La piel cambia a ser una tela simple, translúcida y más sensible.
Cuándo roza con aquella, es silente y radiante a la vez.
Pero tu silencio aunado a la portada, es que anhelas anotarlo
en tu agenda del insensato recuerdo.


M.
Julio veinte doce.

sábado, 7 de julio de 2012

Por los eternos.

Luces, algarabía, ensueños
vamos a combinarlos y comprar
ilusiones.
Júbilo de retornar a esa casa que 
siempre aguarda. Llenar nuestras copas
y acicalaremos como cada domingo,
para rodear esa mesa amable y llena de amor.


Aunque varias ausentes, esta vez 
y otra vez, se  convocan igual
a la misma hora y en el mismo jardín
de pura esperanza y florido despertar.


Está ahí en su lugar de siempre, con
sus paredes adornadas de exquisito gusto
maternal que siempre fue el halago de propios
y extraños.
Estás ahí el eterno amor de sus dueños,
que coinciden aun ahora en el mismo
último refugio eterno.




M.
Julio del veinte doce.

Por ellos (II)

En cada latido están ustedes, en cada pensamiento igual. Salieron de mi y están en mi, pero ya lo sé que no son míos.
Exploro cada día sus ojos y advierto si sonríen o se engríen, si quieren silencios o quieren decirme sus sueños.
Encantada sigo en la tarea y les ayudo en su plan, no queda más que ser cómplice y a veces, ocultar mis temores y gritos.


Es mucho añorar su presencia, o es egoísmo innato. No se vivir sin tenerles, tampoco si vuelan a mi alrededor. Sentirles cerca me alivia y florece mi vivir, cuando me faltan me involucro en el insomnio
y la duda, tiemblo ante las sombras.


Fueron capullos, y ahora son la vida misma, con flores, espinas y malezas como todo  ser viviente; fueron y son mi mundo. Es que siempre son ellos los que mueven nuestro corazón, en toda época. en todo lugar, en todas las generaciones. Por ellos todo, sin ellos, nada.


Me lo decían siempre, cuándo los tengas lo sabrás, Qué sabias palabras venidas de quien me cobijó, y se repitió la historia, y seguirá la cadena sin fin.


No cambiaría esos vividos momentos, por nada ni por nadie.ya lo saben desde antes, y desde siempre, pues
hasta nos adivinamos sin palabras.




M.
Mañana de Julio del veinte doce.
Invierno entretejido con calor de hogar.

jueves, 5 de julio de 2012

Para ellos ( I)

Dónde quedaron las palabras de aliento que recibía cada mañana,
el beso de buenos días o la malteada hecha con tanto amor.
En qué recóndito bolsillo del mandil del colegio, quedó ese mensaje.

La ilusión -no siempre- de aguardar el bus del San José de Cluny,
encontrarse con rostros cariñosos para compartir travesuras.
Contar de los viajes que se repetían más de lo habitual, y 
sus consabidos permisos y justificación en agenda.

Aula querida, aunque confieso  haber pasado buen tiempo fuera ,
 por el motivo del renombrado viaje con papás.
Es que tener un Ingeniero de lujo como padre, permitió
deleitar de esa entrañable presencia, y conocer mi tierra
de cabo a rabo.

 Ahora, al voltear la página de la vida, sueños y recuerdos
ahogados a veces en tristeza y sonrisa al contar a los hijos.
Dónde quedó Mere Angélica, Cecilia, Rosa María, Matilde,
María Rosa, la Ma  Mere Jean Paul, y las demás profesoras.

Mano tibia y dulce de mamá, consejos sabios de papá,
cuidados de hermanas, que recorren muestra casa familiar.
Casa inmensa, alegre, habitaciones que ahora quedan 
llenas de voces y aires buenos. 
Pero ellos no están, nosotras ya no estamos...

Extrañando.