viernes, 28 de mayo de 2010

Rutina medicinal.

Salida escapatoria, y disfrazas tu vestir
escondido por la noche, quién sabe de ti?.
Cuántas veces, te propones y nuevamente
lo haces. Una, veinte mil veces,
total, mañana es un nuevo día.

El idilio de cada aletargado café,
que envuelves con ron, maltrecho
y sin embargo, disimulas en un libro
más o menos, interesante.
Se va tu hora, despierta que la noche
pasa ya.

Tus pacientes, esperan otra vez, y no llegas
de nuevo. La excusa de siempre,
la salida fácil para no estar...
y tu vida corre sin sentido, entre danzantes
y caricias ajenas, que nada te dejan.

Es la soledad, otra vez , quien va a tu cama
ya sin nombre, sólo la rutina.
Cuando has preguntado, como combatir
tu necesidad, ha sido en vano.

Esta vez, puede que seas el vencido
pues tus años te acorralan, y perturban
tu buen sentido.
De nuevo, te llamaré para darte
un golpe de vida, si hay tiempo...
sino has confundido, el ritual
con tu pereza de dejarte vivir.

(para P.)

lunes, 17 de mayo de 2010

Otoño?.


Revestida de aroma a mujer
en esta noche taciturna que quiere
beber el ritual que experimentaba
en tu entorno de tapices
y arena lejana.

Cuánta agua afuera, vertida figurando olas,
quién se atrevía a callar esas voces,
que fingían una vez más,
sobrellevar ese teatro
que jurabas verificar.

Cuántos otoños, pasaron
para una vez más
volver a lo mismo,
ahora por redes sin sentido.
(foto: M.)

viernes, 14 de mayo de 2010

Niña...¡¡¡


No entiende la lección, y la vida le da vueltas;
su imagen no se acerca aun al de una mujer,
sin embargo protagoniza desde ya su propia novela.

Ni confía, ni aguarda, sólo espera resignada
la larga noche que se acerca y prolonga
su estancia.
No sabe de elegancia menos de sensaciones,
va por el sendero sin mirar, ni sus pasos
sin advertir su deriva.
Qué haces, por la tarde, que no inviertes
en tu tarea?. Prescindes de libros,
solo buscas en la nada.

Pasa tu tiempo, sin darte cuenta
que nada retrocede, todo avanza.
Animarte niña, pronto será otro mes.

Levanta esa triste mirada, y respira
tranquila. Tu opción ya pasó,
no tienes por el momento, qué temer...¡



jueves, 13 de mayo de 2010

Por sus caminos¡¡¡

Los buscadores se habían escondido, pensando que la noche les hurtaría
su tesoro. No más, por hoy, fue la señal.
Por la costa norte, seguía indomable, ese caballero, soportando
la lluvia incesante , más la sola idea de llegar
esa mañana, animaba su encuentro.

Buscadores imperfectos, que asustan al caminante;
deja por un instante su cometido, y desmenuza
de una vez, lo que guardas.
El caballero, entre bruma, y doblado por el tiempo,
arremete de nuevo, buscando su luz para llegar
al alba, con los suyos.

El motor recalentó, pero su flecha dorada,
anima de nuevo las rutas de su mapa.
Nada le impide más que llegar a tiempo,
a ver sus Tres María, y su dueña...

Oh buscadores de sombras, no detengan a nadie,
sigan su senda, aun no corten su paso.
Una vida, como la del caballero, jamás
será hurtada, no por estos miles de años, aun...

Florida senda, le espera
ojos de infantes, princesas brillantes,
y su dueña dorada, como una flor
Hortensia, resguarda ese hogar.

(una tarde olvidada)

domingo, 2 de mayo de 2010

Bullicio cómplice.


Son los nuestros, quienes ahora abordan el tren de la vida;
aquellos pequeños que antes revoloteaban al vaivén
del claroscuro de la tarde. Mirando sus manitas con
plastelina, crayolas, témpera hasta en sus cabellos.

Quienes compartían álbum de cromos, juntaban
añoranzas, con música, dibujos y números.
Las tardes de tareas, remolinados a nuestro lado
buscando una ayuda en una respuesta,
en forrar un libro, un cuaderno o firmar
una citación.

Momentos inolvidables, que ahora añoramos.
Dónde se han extraviado esos hoyuelos
infantiles, esa inocencia cómplice, esas tardes
de cine y circo.

Daría todo por retroceder, y juntarnos en peregrinaje
de bicicletas y patines. Aunque alguna vez caí de ellos,
como recuerdan ustedes bien.

Con los tiempos audaces y la velocidad de su juventud,
seguimos siendo unidos en el almuerzo dominical,
que devuelve risas, frescura y entusiasmo.
El verano siempre está entre todos,
y clamamos por que no pasen esas horas.
Dulces y atónitos, helados y fresca hermosura
de sus voces, irrepetible cada vez.

Gracias a la vida, gracias a ustedes.

(un dimanche...).