Exploro cada día sus ojos y advierto si sonríen o se engríen, si quieren silencios o quieren decirme sus sueños.
Encantada sigo en la tarea y les ayudo en su plan, no queda más que ser cómplice y a veces, ocultar mis temores y gritos.
Es mucho añorar su presencia, o es egoísmo innato. No se vivir sin tenerles, tampoco si vuelan a mi alrededor. Sentirles cerca me alivia y florece mi vivir, cuando me faltan me involucro en el insomnio
y la duda, tiemblo ante las sombras.
Fueron capullos, y ahora son la vida misma, con flores, espinas y malezas como todo ser viviente; fueron y son mi mundo. Es que siempre son ellos los que mueven nuestro corazón, en toda época. en todo lugar, en todas las generaciones. Por ellos todo, sin ellos, nada.
Me lo decían siempre, cuándo los tengas lo sabrás, Qué sabias palabras venidas de quien me cobijó, y se repitió la historia, y seguirá la cadena sin fin.
No cambiaría esos vividos momentos, por nada ni por nadie.ya lo saben desde antes, y desde siempre, pues
hasta nos adivinamos sin palabras.
M.
Mañana de Julio del veinte doce.
Invierno entretejido con calor de hogar.
3 comentarios:
que lindo!
Qué lindo que puedas expresar con palabras, el amor que sientes por tus hijos!!! ojalá mucha gente pueda hacer lo mismo! y más, escuchar (o leer) palabras tan bellas que se digan por él o ella!!
Hola Trilce,
Gracias, rus palabras me alientan. te esperamos¡¡¡
Un abrazo a ustedes
Publicar un comentario