Luces, algarabía, ensueños
vamos a combinarlos y comprar
ilusiones.
Júbilo de retornar a esa casa que
siempre aguarda. Llenar nuestras copas
y acicalaremos como cada domingo,
para rodear esa mesa amable y llena de amor.
Aunque varias ausentes, esta vez
y otra vez, se convocan igual
a la misma hora y en el mismo jardín
de pura esperanza y florido despertar.
Está ahí en su lugar de siempre, con
sus paredes adornadas de exquisito gusto
maternal que siempre fue el halago de propios
y extraños.
Estás ahí el eterno amor de sus dueños,
que coinciden aun ahora en el mismo
último refugio eterno.
M.
Julio del veinte doce.
2 comentarios:
muy lindo!!!!
Hola Ross.
Gracias por ese comentario, tu sabes y adivinas la realidad, que guardas estas sencillas palabras que trato de hilvanar.
Un abrazo y como siempre, lo mejor del mundo para ti.
Meche
Publicar un comentario