Dónde quedaron las palabras de aliento que recibía cada mañana,
el beso de buenos días o la malteada hecha con tanto amor.
En qué recóndito bolsillo del mandil del colegio, quedó ese mensaje.
La ilusión -no siempre- de aguardar el bus del San José de Cluny,
encontrarse con rostros cariñosos para compartir travesuras.
Contar de los viajes que se repetían más de lo habitual, y
sus consabidos permisos y justificación en agenda.
Aula querida, aunque confieso haber pasado buen tiempo fuera ,
por el motivo del renombrado viaje con papás.
Es que tener un Ingeniero de lujo como padre, permitió
deleitar de esa entrañable presencia, y conocer mi tierra
de cabo a rabo.
Ahora, al voltear la página de la vida, sueños y recuerdos
ahogados a veces en tristeza y sonrisa al contar a los hijos.
Dónde quedó Mere Angélica, Cecilia, Rosa María, Matilde,
María Rosa, la Ma Mere Jean Paul, y las demás profesoras.
Mano tibia y dulce de mamá, consejos sabios de papá,
cuidados de hermanas, que recorren muestra casa familiar.
Casa inmensa, alegre, habitaciones que ahora quedan
llenas de voces y aires buenos.
Pero ellos no están, nosotras ya no estamos...
Extrañando.
2 comentarios:
Sus sentimientos unidos al recuerdo, son enternecedores. Tiene Vd. un alma bellísima.
Gracias Anónimo, me enternece saber que puedo imaginar que pongan un comentario tan alentador y a la vez, tan esperado.
Mi alma, es la más simple común y silvestre que existe; pero quiero engrandecerla y alcanzar en zenit.
Alguien me ayudará?.
gracias.
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