Como cada día, aguardo el momento de leerte.
Igual tus ojos, añoran mi respuesta
cargada de ensueño o de velorio, según sea el caso.
Y ha pasado un año, y otro más, y siguen ahí
en la inmensidad etérea.
Si unieras aquellas, seguro sería la cadena necesaria,
la que buscamos por la noche para insertarnos -siquiera-,
en la orilla.
Solo Frida, entendería, con su:
"Jamás, en toda mi vida,
olvidaré tu presencia.
Me acogiste destrozada
y me devuelves entera.
En esta pequeña tierra,
¿dónde pondré la mirada?.
¡Tan inmensa, tan profunda¡
Ya no hay tiempo, ya no hay nada.
Distancia. Hay ya solo realidad.
¡Lo que fue, fue para siempre¡.
Con su rebozo blanco y la mano de Diego aferrada,
así buscaré entre pinceladas, el momento de leerte.
Una tarde más, una noche entre burbujas
del eterno champán, que aloca los sentidos.
Juntos y en frenético vals, serán las líneas
que aderecen las cartas desintegradas.
Sin sentido por cierto, pero comprendido
en la distancia.
(veranillo,2010)
2 comentarios:
Ditinguida dama:
Me tenía Vd, en ascuas, tanto tiempo sin escribir en su blog.Pero ahora ardo. Tal vez soy un poco fatuo, pero he querido hacerme sujeto de su poema y sentir como si fuera yo aquel a quien va dedicado. ¿Es para cvolverse loco de pasión, tener a una mujer tan cercana y tan capaz de expresar sus sentimientos, incluso recurriendo a la evocación de los clásicos, como ya es Frida.
Le pido perdón por adueñarme de su escrito, por pensar que se lo ha inspirado mi amor - que tantas veces la he confesado en mis comentarios, mediante anónimos-, ¡pero sería tan feliz si realmente fuera yo el destinatario!
Querida Meche, extrañaba tus poemas, me gusta mucho leerte ya que son un alimento para mi espiritu.
¿No sabes quien es tu comentarista anónimo?, se nota que es un gran romántico y enamorado de tus poemas.
Veo que tu blog., está cada vez más bonito, te felicito y espero me visites.
Cariños,
María del Carmen
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