miércoles, 16 de mayo de 2012

A los más amados.

El hombre  que andaba con su sonrisa tierna y azucarada,
que nos miraba y estaba al pendiente de  cada una
de sus Tres Marías; que aunque solo una llevaba el nombre
para él eramos así. Así sea.

Pero juntos como una mano, los cinco a la palestra
siempre, creyendo que nunca nadie faltaría.
El justo y bueno, el ingeniero que todos saludaban.


El caminante de su país amado, recorriendo cada palmo
en parte por su poderosa "flecha dorada" , por mar o 
por aire, nada era imposible; para trasnochar su
responsabilidad.


Al lado su compañera ideal, su flor, su Hortensia,
su aliada y consejera, su amiga y esposa eterna.
Luchadores en albores de sus sueños desde Olavide,
Soledad, o Húsares.


Cómo describir en unas líneas, tanto amor desbordado
tanta vendimia y agradable navidad, que se detuvo.
Como se aprisiona el corazón en un recuerdo,
somo deletrear el interior que humedece 
y enfría mi, nuestro interior.


Tu violín aún vibra, pero sus cuerdas desafinan en mis manos,
aquellas que tropezaron en el piano que no continuó
su aprendizaje. Pero aseguro que cada consejo está en
práctica por ahora y por toda la vida. Así sea.


(Gracias Alberto y Hortensia. )
M.
16-05-12

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