dejé que el agua surcara nuevamente
aquel camino del lado.
Fingí no mirar la fecha, para darme el valor
que al voltear en esta esquina, es un año más.
He tratado de parar el horizonte y querer verte,
cuándo esa ave ha pasado tan cerca que su suave
frescor me hizo saber de tu aliento.
Nadie más conoce de nuestro secreto,
de aquello guardado entre algodones
con mucha espuma que encaja
tan fino en el hilar de tu camisa.
No he mirado el día, ni la hora.
Ahora ya casi no cuento, como antes
la ausencia. Será que estoy aún,
en el mismo lugar o me desdibujé sin darme
cuenta.
Dímelo a la distancia, si la rosa
aun perdura desde la última vez
que la dejé entre el trinar y el sol,
de aquella mañana sin recuerdo.
(Rosas rojas ausentes).
24-01-11
6 comentarios:
Las expreciones más hermosas que quería pronuinciar, las encontré en tu poesía. Eres una voz que surra suavemente en el inconsiente, pero que al volver a la realidad eres un sueño.
Sólo agradecer las tiernas palabras, tienes tu la sensibilidad que invade el espíritu.
Gracias Fernando.
Meche
Querida Meche,
Muy tierno y dulce poema, me ha gustado leerte, ya no dejaré de vsitarte, es que he estado medio maluc.
Carños
Maricarmen
Estuve ausente de sus poemas algún tiempo y es como si fuera un tiempo de atravesar el desierto. Ahora regresom, nuevamente sorprendido por su vitalidad anímica, por esa rosa que le surge del corazón e inunda con su aroma cuanto a ella se acerca.
Maricarmen,
Cuídate amiga, gracias por leerme y también te sigo en tus actividades tan profesionales como vitales.
Me emocionó ver tus fotos de matrimonio, el recuerdo y su presencia están en ti.
un abrazo
Meche
Estimado Juan,
Que bueno que ha retornado de aquella travesía por el desierto. A veces, nos toca pasar esos lances, pero la vida retoma su cause.
Aleluya por su retorno a este humilde rincón, que trata de volcarse y retomar reflexiones...
Meche
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